“Puntualidad es honor de los Reyes"

Tomado de: www.aldia.co.cr
Admiro a personas que escogen la carrera de árbitro, sobre todo de fútbol, que aceptan el riesgo de la permanente doble presión: su decisión nunca satisface a todos los presentes en el estadio.Deben soportar insultos de las graderías, en la mayoría de casos sin fundamento, y a veces también dentro de la cancha, sin importar que tengan a disposición las tarjetas.

Tampoco soportaría la calificación que en público dan, de mí, personas que nunca tomaron este riesgo o que en su edad arbitral hicieron mucho más errores.

Pero no admiro a los árbitros, sobre todo en partidos de ligas menores, que no toman en cuenta que dentro de su función existe la parte llamada pedagogía. Olvidan que deben ser ejemplo.

No acepto que un árbitro para un partido de las ligas menores no se presente o llegue con atraso a veces sustancial. Es falta de respeto hacia la juventud, hacia sus padres que hacen grandes esfuerzos para que sus hijos compitan. No es justo que un mínimo de 40 personas, entre los dos equipos, esperen a uno.