Juego Limpio


El concepto de juego limpio se comenzó a promover por
parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociado
– FIFA, a raíz del gol con la mano de Diego Maradona
frente a Inglaterra en el mundial de México 86. Con ello
la FIFA pretende defender “los principios deportivos
morales y éticos”, dictando un decálogo de principios
que se deben cumplir no sólo por este organismo, sino
todos los actores que participamos en el balompié.
Sin embargo, lamentablemente, el concepto de Juego
limpio, se ha reducido a una sola acción, tanto de parte
de los jugadores como de espectadores, directivos y
medios de comunicación, y es a “devolver el balón”
cuando el juego se detiene, con el fin de atender a un
jugador lesionado o por acciones similares y
situaciones, que en la mayoría, de ocasiones no
termina siendo juego limpio sino todo lo contrario,
“juego sucio” y una trampa mortal. Esto se sustenta en
aquellas acciones en las que un equipo le cede el balón
al otro, lanzándolo cerca de su área de penal, con el fin
de luego ir a presionarlo cerca de su portería, en
muchas ocasiones, en el momento en el que se detiene
el juego el balón se encontraba más cerca de la portería
de quien lo cedió.
Su r g e n , p u e s , mu c h o s i n t e r r o g a n t e s y
cuestionamientos a quienes dicen que aplican el juego
limpio, cuando en nuestro medio apreciamos, con
frecuencia, situaciones que atentan contra los diez
principios emanados de la FIFA.
Las instrucciones son claras: enviar a un jugador de
nuestro equipo a darle una patada a un rival, con el fin
de intimidarlo, o inclusive, a lesionarlo. Además, no se
acepta la derrota con nobleza y sólo se buscan
excusas, evadiendo responsabilidades en otro…
Los jugadores violan las reglas de juego, con el fin de
sacar ventaja de ellas, pretendiendo ganar a cualquier
precio y como sea. No se respeta a los adversarios, a
los compañeros, al público y a los árbitros. Se asumen
posturas racistas…
En el triunfo se es soberbio y lo peor, que se “compren y
se vendan partidos”. Los árbitros no nos preparamos de
la mejor manera.
Y así podríamos seguir enumerando un sinfín de
situaciones, en las que se violan los principios del Juego
Limpio y son, precisamente, las que están haciendo que
nuestro deporte cada vez vaya perdiendo más adeptos,
que a mucha gente le de pereza ir a los estadios.
La invitación es, entonces, a aplicar de verdad el juego
limpio y no, simplemente, a devolver un balón. La
intención es de respeto mutuo, respetando las reglas, a
aceptar tanto la derrota como el triunfo, a reconocer los
errores, a entender que el fútbol es sólo un juego y lejos
de buscar separarnos, propender por la unidad e
integración de los pueblos.